Valeria ha sido la ganadora del concurso "Cuéntame un cuento y verás qué contento" de su aula de tercero de primaria. Seguidamente podéis leer su relato:
LA MAGIA EN ROMA
Hace mucho, mucho tiempo, en la
antigua Roma, había una chica de trece años llamada Eannia. Eannia era guapa,
con pecas en su cara y muy, muy alegre, pero lo más importante era que Eannia
sabía hacer magia. Pero por aquella época no se podía hacer magia, porque la
magia se castigaba, es por ello que Eannia tenía que tener mucho cuidado.
Todo empezó cuando Eannia tenía cinco años
y le encantaba siempre estar disfrazada y jugar a las hadas. Se disfrazaba de
hada con telas que tenía en casa su madre, pero no tenía una varia especial
como la de las hadas de verdad. Siempre se estaba quejando de que no tenía una
varita buena, verdadera. Entonces un día su padre le hizo una varita de un
escudo que tenía viejo, de cuando había sido guerrero.
Eannia tenía una magia que era muy buena.
Eannia ayudaba en los problemas del mundo de los que ella se enteraba, pero
tenía que tener mucha precaución porque si la atrapaban la llevaban a la
cárcel.
Cuando sus padres se dieron cuenta de que
la magia de Eannia era de verdad y no un juego, le dijeron que tenía que tener
mucho, mucho cuidado. Incluso su padre le prohibió que hiciera magia y si no le
castigarían sin varita.
Pero Eannia seguía haciendo magia en
secreto para ayudar a la gente. Por ejemplo: Un día se enteró de que una
familia cercana no tenía comida, entonces Eannia fue alrededor de la casa de la
familia y sin que nadie la viera pronunció las palabras mágicas con la varita
“Magia potagia que aparezca mucha comida en esta casa”, entonces apareció mucha
comida y la familia se puso tan contenta que dieron gritos de la alegría.
Eannia se fue muy contenta para su casa. Pero ese día una niña llamada Magia y
que quería esos poderes para ella la descubrió. Magia decidió perseguir a
Eannia para comprobar si de verdad había magia o habían sido imaginaciones
suyas. Pero no eran imaginaciones suyas, porque otro día vio cómo Eannia hacía
desaparecer las tormentas, cómo curaba a pájaros que estaban heridos, etc. y
siempre con la varita y las mismas palabras mágicas. Entonces Magia la denunció
a la guardia romana y encerraron a Eannia. Sus padres se quedaron muy tristes,
pero se lo advirtieron y no podían hacer nada para rescatarla.
Pasados dos días, fueron todos los
vecinos, sus padres y otras personas, a decir a la guardia romana que Eannia
ayudaba mucho en el mundo con una magia buena. Entonces decidieron dejar en
libertad a Eannia, pero le hicieron prometer que no volviese a hacer magia.
Como Eannia sabía que aquello no lo podría cumplir, decidió irse al futuro a
vivir con otras hadas, donde allí ya se podía hacer magia.
FIN
Enlace al audio del cuento en RAÍCES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario